U24 /Polémica: La Nación comparó a C5N con 6-7-8

Luego de 4 años acompañando al gobierno de Mauricio Macri, el diario La Nación publicó un editorial en el que habló de la necesidad del «periodismo independiente», «imparcialidad» y «pluralismo democrático».
En un polémico editorial titulado «La importancia de la libertad de prensa», el diario La Nación intentó dar una clase de instrucción cívica y llegó al punto de comparar al canal de noticias por cable líder en la Argentina, C5N, con el programa kirchnerista 6-7-8, que se emitía por la TV Pública y acostumbraba a escrachar dirigentes políticos y periodistas.
«La necesidad de un periodismo independiente no solo es un derecho que atañe al periodismo, sino también a todos los sectores de la sociedad. Está implícito en esa idea que la prensa debe guiarse por valores éticos y principios honestos, coherentes, íntegros, transparentes, a fin de que sean el referente de credibilidad, de imparcialidad, de independencia y de un verdadero pluralismo democrático», comienza diciendo La Nación.
En ese sentido, agrega: «En las sociedades democráticas los medios de comunicación cumplen un papel esencial. Además de informar de manera imparcial acerca de aquello que sucede en su entorno tienen la misión de alertar a las comunidades respecto de los abusos de poder de los gobernantes, advertir sobre el mal uso de los recursos públicos e insistir para que se rinda debida cuenta de los actos oficiales. La libertad de prensa es uno de los derechos más incómodos para los gobernantes. Acallarla o ignorarla es una manera de limitar y maniatar a la ciudadanía, que de otro modo no podría tener diferentes visiones sobre los negocios públicos ni construir su propio criterio sobre ellos. Y nada se diga sobre todo lo que en su ausencia ignoraría la sociedad sobre las conductas de gobernantes rapaces, que esquilman como si nada la hacienda pública, a veces hasta con la complicidad de jueces y legisladores también miserables».
Y arremete: «En los últimos años, la atmósfera en los medios de comunicación se ha enrarecido a la par de la aparición de los «periodistas militantes». No está mal que tengan sus propias ideas y las expongan con vigor; lo que está mal es que hayan usado los medios del Estado para complacer al oficialismo y denigrar a la oposición y a la prensa independiente, como sucedió años atrás en el caso aberrante del programa televisivo 6,7,8, función que hoy cumplen algunos de los programas de la señal C5N».
Luego, muchos prestaron especial atención a un párrafo que explicaría la columna: ¿La Nación está reclamando pauta oficial? «Cuando sectores afines al poder se prestan para presionar a medios con regulaciones, proyectos de ley que afectan la independencia editorial o discriminan en la distribución de la publicidad para imponer agendas complacientes solo contribuyen a que se acreciente el peligro de regímenes autoritarios. El siglo XXI ha dejado, en su corto desarrollo, un triste balance al respecto».
Hace pocos días, el vicepresidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Gustavo López, dio una entrevista a la Televisión Pública. Durante su transcurso, el zócalo de la TV decía: «Regularán el funcionamiento de los portales de internet», mientras el funcionario manifestaba que era cotidiana la proliferación de noticias falsas en los portales de internet, «así que nadie piensa en impedir que se digan, sino en quién se hace responsable posteriormente, jurídicamente, por esas consecuencias».
Luego recordó un episodio del fin de semana pasado en la TV Pública sobre las noticias falsas y una entrevista a Gustavo López, vicepresidente de Enacom, acompañado de un zócalo que dio para la polémica. «Todo se complicó cuando empezó a circular el video de la entrevista, difundido por la cuenta oficial de la TV Pública en Twitter, mediante un tuit que decía: ‘López anunció que regularán el funcionamiento de los portales de internet para detectar noticias falsas’. Al rato, el propio Enacom, que preside Claudio Ambrosini, históricamente vinculado a Sergio Massa, difundió un comunicado para desmentir que el organismo estuviera trabajando en esa dirección».
«No deja de causar preocupación la idea subyacente en ellos de regular, limitar o censurar el contenido de los medios de comunicación por los poderes del Estado. La prensa responsable ha estado siempre lejos de pedir para sí un fuero especial; por el contrario, ha creído que puede ser pasible, según las circunstancias, de delitos de injurias y de calumnias, con alcance para todos quienes habitan el país», manifestó el gráfico.
Raro que en este juego de equilibrios La Nación olvide su pasado más reciente…