11 julio 2025

U24 / El BCRA dijo basta: Qué cambia para los usuarios de las billeteras virtuales

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Con la nueva regulación del BCRA, las billeteras virtuales ya no podrán ofrecer los mismos beneficios a sus clientes.

Las billeteras virtuales se consolidaron como una herramienta clave para que millones de argentinos gestionen su dinero de forma simple y práctica. Mercado Pago, Naranja X, Personal Pay y otras aplicaciones digitales no solo revolucionaron la forma de pagar en el día a día, sino que se transformaron en verdaderas alcancías digitales donde los usuarios depositan sus ahorros aprovechando los rendimientos diarios. Sin embargo, esta fiesta podría estar llegando a su fin.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) acaba de lanzar una bomba regulatoria que promete sacudir los cimientos de este ecosistema digital. La medida, anunciada el 9 de junio de 2025, apunta directamente al corazón de estas plataformas: los fondos comunes de inversión que alimentan esos rendimientos que tanto seducen a los ahorristas. La jugada es técnica, pero devastadora: equiparar los encajes que deben mantener estos fondos con los que enfrentan los depósitos bancarios tradicionales.

Para entender la magnitud del cambio, hay que ahondar en los números. Actualmente, los fondos comunes de inversión —que son el motor detrás de las billeteras digitales— mantienen apenas un 20% de encaje, significativamente menor al que rige para el resto del sistema financiero. Esta ventaja competitiva les permitía ofrecer tasas más atractivas, convirtiendo a las apps en imanes para el dinero de los argentinos.

El BCRA apunta al motor de las billeteras virtuales

Santiago Bausili, presidente del BCRA, despejó cualquier duda sobre las intenciones oficiales durante su participación en el stream Carajo. Según el ejecutivo, años de normativas acumuladas condujeron a un entramado de tasas mínimas, máximas y encajes diferenciados que distorsionaron la competencia financiera.

«Hoy el encaje que se aplica a un depósito de un fondo común es más bajo que el que rige para el resto de la economía. Esa diferencia implica que los bancos pueden ofrecer tasas más altas a los fondos comunes que a otros actores», explicó Bausili, desnudando la mecánica que hasta ahora beneficiaba a las billeteras virtuales.

Asimismo, también reveló que los fondos comunes «tienen una obligación fiduciaria de buscar todos los días la mejor tasa para sus depósitos», generando una danza diaria de capitales entre bancos. Este baile permanente de capitales incrementa la imprevisibilidad para las entidades financieras, que desconocen si mantendrán esos recursos al día siguiente. Como resultado, las instituciones bancarias se vieron obligadas a añadir un sobrecosto por esa inestabilidad, una carga adicional que termina impactando en las condiciones crediticias y, por ende, en el bolsillo de las familias. 

La estrategia oficial trasciende la simple reducción de rendimientos para ahorristas digitales. Federico Furiase, director del BCRA, resumió la filosofía detrás de la medida: «Esta medida parece muy técnica, pero busca reducir el costo financiero de la economía«. Bajo la mirada de la autoridad monetaria, suprimir ventajas normativas y unificar las exigencias de reservas desalienta la mediación desproporcionada, promoviendo el equilibrio y habilitando que los tipos de interés expresen las verdaderas cargas del sistema.