U24 /Guzmán retocaría período de gracia y dijo que «mejoró el diálogo» con bonistas

El ministro de Economía, Martín Guzmán, volvió a poner énfasis en la intención del gobierno nacional de llegar a un acuerdo con los bonistas pero también fue realista sobre la cuenta regresiva: «Argentina está en este proceso de reestructuración de la deuda porque no tiene capacidad de pago. Y Argentina va a trabajar hasta conseguir el acuerdo. Claramente, todavía hay un camino importante por recorrer para llegar a un acuerdo».

«Argentina va a trabajar hasta conseguir el acuerdo. Claramente, todavía hay un camino importante por recorrer para llegar a un acuerdo», remarcó el ministro de Economía Martín Guzmán para dejar en claro otra vez que el gobierno de Alberto Fernández no quiere el default, tal como lo expresó el propio jefe de Estado en entrevistas televisivas y radiales en los últimos días.

También dejó abierta la posibilidad para que Argentina pague los 500 millones de dólares el 22 de mayo o para que se suspenda el pago sin caer en default de común acuerdo con los tenedos de bonos.

Según trascendió en las últimas horas, fondos de inversión estarían dispuestos a firmar una extensión de plazos (standstill en inglés) mientras ultiman detalles de su contraoferta y profundizan las conversaciones con el Palacio de Hacienda sobre la misma. A su vez, eso ayudaría a los bonistas a ganar tiempo también mientras se estabiliza la situación financiera global.

Guzmán también dijo que «ha mejorado el diálogo». «Después hay que ver a qué velocidad se desarrolla, pero hoy el diálogo está yendo por donde queremos que vaya», precisó.

Uno de los puntos clave del acuerdo fue, es y será el período de gracia de 3 años que la Argentina planteó. Al respecto, el economista no descartó seguir conversando sobre este punto con los inversionistas: «Hubo mucha discusión al respecto, ese era un parámetro crítico para nuestros acreedores. El análisis de sostenibilidad de la deuda del FMI sugería un periodo de gracia de cinco años, en las negociaciones propusimos cuatro y dada la importancia de ese parámetro bajamos a tres años. Es un proceso que sigue».

De todos modos, él aclaró que aún «no han hecho una contrapropuesta» y que lo que Argentina plateó «es una oferta» pero que se puede retocar siempre y cuando siga siendo sustentable en el tiempo: «Lo fundamental es que el acuerdo sea sostenible. Queremos convertir a Argentina en un buen deudor que pueda hacer frente a sus compromisos. Y hay múltiples combinaciones de los parámetros de una oferta que son consistentes con la idea de lo que llamamos restaurar la sostenibilidad», insistió.

Guzmán también reconoció entrelíneas la baja adhesión del 8 de mayo que obligó a extender el canje al 22 de mayo: «Argentina hizo su oferta luego de lo que fue un proceso de diálogo y estos días tratamos de profundizar el entendimiento. El coronavirus afectó toda la logística. Es muy distinto cuando el diálogo entre los acreedores y el gobierno se realiza por videoconferencia. El hecho de no estar en persona condiciona el proceso».

Respecto al famoso plan económico que se le reclama, arremetió: «Lo hemos presentado y es público. Hace unas semanas conversaba con un gran exministro de Economía argentino y me contaba que a él le pasaba lo mismo cuando participó en un proceso de reestructuración de la deuda. Le decían: ‘No hay plan’. Y me avisó: ‘Te van a decir que no hay plan mientras no sea el plan que quieren ellos'».

En diálogo para el diario El País, de España, también fue consultado por la «maquinita» del Banco Central e indicó que ya se está esterilizando: «En Argentina, como el objetivo fue priorizar la salud ante la pandemia, decidimos restringir fuertemente la circulación de personas. La cuarentena afectó mucho la actividad económica y tiene un costo fiscal importante, en un contexto en el que Argentina carece de acceso al crédito internacional. Con el país saliendo de la cuarentena se crea la necesidad de esterilizar parte de la creación de dinero. Eso ya está ocurriendo. De hecho, Argentina está entrando en una dinámica positiva en el desarrollo de un mercado de deuda pública en pesos que en diciembre estaba cerrado».

Dólar y reservas

A dicho medio, el colaborador del Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, remarcó la necesidad de un período de gracia tal que permita fortalecer las reservas del Banco Central y también habló del tipo de cambio tanto oficial como ilegal (blue):

«Argentina tiene un problema de integración en los mercados internacionales relacionado con varios factores. Uno de ellos son los controles de capital muy rígidos, implementados en agosto de 2019 en un contexto de alta ansiedad en la economía. Argentina necesita unas regulaciones más flexibles. Para eso tenemos que construir robustez, acumular reservas que sostengan un mercado interno de deuda en pesos, un factor muy importante para que el país pueda endeudarse en su propia moneda.

El dólar oficial lo mantenemos en un tipo de cambio real competitivo y estable.

Argentina sigue en una situación de inestabilidad. El cambio oficial va a ir moviéndose con la inflación. Bajo condiciones de estabilidad macroeconómica se generaría estabilidad también en los mercados cambiarios alternativos».

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