El Tribuno / La Provincia avanza en la renegociación de su deuda

Ayer se publicó un comunicado en el que se destaca que Salta llegó a un acuerdo con sus acreedores para introducir enmiendas en sus bonos.

La renegociación de la deuda salteña avanza a una semana de que opere un nuevo vencimiento y luego de que en los últimos días el ministro de Economía y Servicios Públicos, Roberto Dib Ashur, mantuviera una nueva reunión con senadores y diputados de la Comisión Bicameral Permanente de Seguimiento de la Reestructuración de la Deuda.

En este contexto, la agencia oficial de noticias Télam publicó ayer un comunicado en el que se expuso que «Salta presentó a sus acreedores enmiendas a sus bonos con vencimiento 2024».

En el texto de la información publicada por la agencia oficial, se destaca que Salta llegó a un acuerdo con un grupo de acreedores ad-hoc, para introducir enmiendas a sus bonos en moneda extranjera, con vencimiento en 2024, según informó la agencia Bloomberg.

Se detalló que el grupo de bonistas, representado por VR Advisory Services Ltd., posee aproximadamente el 40% de los bonos y que Salta debe 350 millones de dólares de deuda que emitió en 2016, que cotiza a niveles de dificultades con rendimientos de alrededor del 30%, según datos compilados por Bloomberg News.

Fitch Ratings rebajó la calificación de los bonos provinciales en julio, a «C», después de no pagar un cupón de los bonos. aunque posteriormente realizó el pago después de un período de gracia, dijo Fitch.

La provincia -sigue el cable- planea en los próximos días lanzar una solicitud de consentimiento para los bonistas. Si se aprueban, se espera que las enmiendas «proporcionen a la provincia un alivio significativo del servicio de la deuda en forma de reducciones de cupones y modificación del perfil de vencimientos».

La deuda salteña

«Hemos logrado cerrar el 2020 muy ajustados, pero nuestro resultado final es equilibrado. Hicimos un trabajo muy fino en la contención de gastos, en el conocimiento de las distintas cuentas, por eso es que podemos planificar», dijo hace una semana el ministro de Economía y Servicios Públicos, Roberto Dib Ashur a El Tribuno, en el marco de las negociaciones paritarias.

En este marco, se señaló que hubo un ahorro significativo en los pagos de la deuda provincial: «Hemos logrado bajar el stock de la deuda de la Provincia y reducirlo en más de 40 millones de pesos y estamos en proceso de negociación de la deuda externa», indicó el funcionario.

Justamente, del resultado de la negociación de la deuda internacional del Estado salteño depende gran parte del futuro de la actual administración. Se trata del crédito de 350 millones de dólares que se obtuvo en 2016 para el malogrado Plan del Bicentenario.

A partir de 2022 el Gobierno tiene que empezar a pagar el capital de ese préstamo con cuotas que son inviables para una provincia sumida en la pobreza (algo que ya se sabía cuando la anterior gestión encaró el empréstito con una irresponsabilidad de la que nadie se hizo cargo hasta ahora, sobre todo la Justicia).

Hasta este año las obligaciones que se deben afrontar son cuotas semestrales de los intereses del crédito, por 16 millones de dólares cada una. El 7 de enero pasado venció una cuota y el Gobierno postergó su pago para el 7 de febrero.

Bajo las condiciones actuales de la deuda, en 2022 se debería abonar US$ 154 millones en un solo pago; en 2023, US$ 138 millones y en 2024, US$ 127 millones. La negociación que encara Dib Ashur es para que esos plazos se extiendan y se baje la tasa de interés, que se encuentra en 9,125% anual (casi inmejorable en el mundo para los especuladores financieros).

«Buscamos que la deuda sea sustentable, que los recursos que tengamos sirvan para pagar los vencimientos que vamos teniendo, que son muy grandes, para 2022, queremos que esos pagos sean más bajos e impacten menos en el presupuesto», dijo el ministro de Economía.

Ejes de reestructuración

El Tribuno consultó al Dr. en Ciencias Económicas Lucas Dapena, quien formó parte de la Mesa de Dinero y Reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) en la década del 2000.

En diálogo con este diario, Dapena realizó un análisis de la situación y remarcó que para encarar una reestructuración de deuda se deben atacar tres frentes: el monto de la deuda, las tasas y los plazos.

En este sentido, explicó además que «de las tres condiciones, el plazo va de la mano con bajar la tasa o quitar deuda», ya que «de nada sirve alargar el plazo si la tasa y el monto es el mismo».

De hecho, la reestructuración que el Gobierno nacional hizo de su deuda el año pasado fue reconocida por todos los sectores porque cumplió con el objetivo de avanzar sobre esos tres puntos. En este marco, la crítica que el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán hizo de la reestructuración de la deuda de Córdoba puede interpretarse como una bajada de línea para todas las provincias que tienen que encarar este proceso.

Dapena indicó que «Salta se endeudó con una tasa muy inconveniente, y todo el mundo ya reestructuró. Reestructurar implica lograr una quita en base a no poder pagar».

«En este marco, en una reestructuración la Provincia ofrece ciertas condiciones y, si todos aceptan, se avanza, como pasó con la Argentina; y, si no, se va a juicio», explicó.

Además, señaló que «siempre se hace de buena fe este tipo de acuerdos, pero desde el punto de partida de que no se puede pagar en las condiciones iniciales» y que, en este punto, «será fundamental la actitud que adopte la Provincia para reestructurar su deuda».

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